Achel Tripel 33Cl

Información técnica sobre el sabor, IBU, ingredientes y composición

La Achel Tripel es una cerveza belga de estilo Tripel, de una complejidad notable y una fuerza que combina dulzura, amargor y notas afrutadas, con un perfil equilibrado que la convierte en una cerveza única. Con un grado alcohólico de 8%, esta cerveza ofrece una experiencia robusta pero suave, ideal para quienes buscan un sabor más intenso pero sin perder la suavidad.

El sabor de la Achel Tripel se caracteriza por una base malteada que combina perfectamente con toques de frutas maduras, como manzana y pera, y un sutil toque de especias. El amargor es moderado, con un IBU de 25, lo que significa que presenta un amargor leve pero equilibrado, sin opacar los sabores afrutados y malteados. En su cuerpo, tiene una textura cremosa y carbonatación ligera, lo que contribuye a una sensación suave en el paladar, a pesar de su alta graduación alcohólica.

Los ingredientes que componen esta cerveza incluyen agua, malta de cebada, levadura belga y lúpulos seleccionados, lo que asegura la calidad y el equilibrio de la bebida. La levadura utilizada juega un papel clave en la creación de los sabores especiados y frutales, típicos de las cervezas belgas de estilo Tripel. La Achel Tripel es perfecta para maridar con platos ricos como quesos curados, platos de caza o incluso postres a base de frutas.

Fabricante, historia y ubicación

La Achel Tripel es elaborada por la Brouwerij Achelse Kluis, una de las cerveceras más emblemáticas de Bélgica, conocida por su dedicación a mantener vivas las tradiciones cerveceras del país. Fundada en 1998, la cervecera Achelse Kluis está ubicada en la pequeña localidad de Achel, en la región de Flandes en Bélgica, específicamente en la provincia de Limburgo. La cervecera toma su nombre del monasterio de Achel, donde los monjes trapenses fueron los primeros en elaborar sus cervezas, una tradición que fue retomada por la cervecera.

Los monjes de Achel comenzaron a producir cerveza en el siglo XIX, y después de varios períodos de interrupción, la cervecera moderna fue fundada en 1998 por los monjes de la abadía. Actualmente, la cervecera continúa siendo un referente de la tradición cervecera belga, manteniendo la misma calidad y los métodos de producción tradicionales que los monjes empleaban en sus primeras cervezas. La fábrica está situada en un entorno rural, rodeada de naturaleza, lo que resalta su compromiso con la pureza de los ingredientes y la producción artesanal.

En cuanto a los fundadores, la cervecera fue originalmente dirigida por los monjes trapenses, quienes seguían los principios de la Orden Trapense, que busca la autosuficiencia a través de la producción artesanal. Hoy en día, la cervecera sigue siendo de propiedad monástica, y la producción de la Achel Tripel sigue siendo supervisada por los monjes para garantizar la calidad y el sabor tradicional de sus cervezas.

Curiosidades y detalles históricos

La Achel Tripel no solo es una de las cervezas más conocidas en la categoría de cervezas trapenses, sino que tiene una historia rica en tradición que se remonta a los monjes trapenses del siglo XIX. La abadía de Achel, situada en Bélgica, ha sido el centro de esta tradición cervecera, que se caracteriza por la producción de cervezas de alta calidad, elaboradas bajo principios monásticos. Los monjes de Achel comenzaron a producir cerveza como una forma de sustentar económicamente su comunidad y seguir con la tradición de los trapenses, quienes han elaborado cerveza en monasterios desde hace siglos.

Un dato curioso es que, aunque la cervecera moderna fue fundada en 1998, los monjes habían estado haciendo cerveza en la abadía mucho antes de esa fecha, pero debido a varios factores económicos y sociales, la producción de cerveza se interrumpió. El resurgimiento de la cervecera bajo la supervisión monástica en 1998 permitió a los monjes recuperar una parte importante de su historia, asegurando que las cervezas, como la Achel Tripel, siguieran siendo producidas con la misma calidad y tradición que en el pasado.

A nivel de estilo, la Achel Tripel es una de las pocas cervezas trapenses que sigue siendo elaborada hoy en día bajo el sello de autenticidad, lo que la convierte en una de las cervezas más valoradas en su categoría. Esta cerveza, junto con otras de la misma gama, se reconoce por la calidad de su fermentación, que se lleva a cabo en las botellas, lo que aporta complejidad a su sabor a medida que envejece.

Además, la Achel Tripel es parte de la línea de cervezas trapenses certificadas por la "Authentic Trappist Product", lo que garantiza que la cerveza es producida en una abadía trapense bajo el control y supervisión de los monjes, respetando los valores de la comunidad monástica y la tradición cervecera belga.