Augustijn Blonde 33Cl

Augustijn Blonde: una rubia belga con alma monástica y carácter equilibrado

La Augustijn Blonde es una cerveza de abadía belga que destaca por su elegancia, equilibrio y profundidad aromática. Elaborada por la cervecería Brouwerij Van Steenberge, esta cerveza de alta fermentación se presenta con un grado alcohólico del 7,5% ABV, lo que le confiere cuerpo y calidez, sin renunciar a la suavidad que caracteriza a las cervezas blondes tradicionales. En cuanto al nivel de amargor, su perfil se sitúa en torno a los 25 IBU, aportando un toque ligeramente amargo que equilibra su dulzor natural sin llegar a ser dominante.

A nivel de composición, se elabora con agua pura, maltas de cebada pálida, lúpulos aromáticos de calidad y una levadura propia que proporciona ese toque frutal y especiado tan característico. En nariz, Augustijn Blonde ofrece una compleja mezcla de notas florales, frutas blancas (como manzana y pera), especias suaves y un fondo ligeramente maltoso. Al paladar, es sedosa y redonda, con un inicio dulce que rápidamente se equilibra con el amargor suave del lúpulo y un final seco, limpio y persistente.

La carbonatación es viva pero bien integrada, lo que realza sus matices aromáticos sin sobrecargar el trago. Gracias a su levadura de abadía, esta cerveza sigue fermentando en botella, lo que significa que puede evolucionar positivamente si se guarda en condiciones adecuadas, ganando matices más profundos con el paso del tiempo.

Augustijn Blonde es ideal para maridar con quesos semicurados, platos de ave, pescados grasos o incluso como contrapunto en postres con base de fruta. Su versatilidad gastronómica y su equilibrio la convierten en una excelente representante del estilo Belgian Blonde Ale, combinando la tradición monástica con la precisión técnica de una cervecería de renombre.

Augustijn Blonde: elaborada por una de las cervecerías familiares más emblemáticas de Bélgica

La cerveza Augustijn Blonde es una creación de la reconocida Brouwerij Van Steenberge, una cervecería familiar ubicada en Ertvelde, una localidad cercana a Gante, en la región de Flandes Oriental, Bélgica. Esta cervecería, fundada en 1784 por Jean-Baptiste De Bruin, cuenta con más de dos siglos de historia, y a lo largo del tiempo ha sabido mantener su independencia, su carácter artesanal y su profundo respeto por la tradición cervecera belga. Desde sus inicios, la filosofía de la casa ha sido combinar recetas históricas con innovación técnica, lo que la ha convertido en un referente tanto a nivel nacional como internacional.

Actualmente, la cervecería está gestionada por la familia Van Steenberge, siendo Jef Versele, de la séptima generación, quien dirige la empresa desde hace varios años. Bajo su liderazgo, la cervecería ha modernizado sus instalaciones, pero sin abandonar los métodos tradicionales como la fermentación secundaria en botella, tan típica en las cervezas de abadía. Van Steenberge también elabora otras marcas icónicas como Gulden Draak, Piraat o Bornem, todas ellas reconocidas por su calidad, autenticidad y carácter.

La Augustijn Blonde se inspira en las recetas originales de los monjes agustinos del monasterio de Gante, quienes comenzaron a elaborar esta cerveza en el siglo XIII. En 1978, los monjes confiaron la producción comercial a Van Steenberge, asegurando así la continuidad de la receta y el legado espiritual y cervecero que representa. Desde entonces, esta colaboración ha permitido mantener viva una de las cervezas de abadía más representativas de Bélgica, con una historia que combina fe, tradición y excelencia artesanal.

Gracias a esta herencia, la cervecería se ha consolidado como una de las más prestigiosas de Europa, defendiendo un modelo de producción familiar, sostenible y profundamente vinculado a la identidad flamenca. Augustijn Blonde, por tanto, no solo es una cerveza de sabor equilibrado y elegante, sino también un emblema de la rica tradición cervecera belga.

Augustijn Blonde: una cerveza con alma monástica y secretos centenarios

La Augustijn Blonde no solo es una cerveza de sabor refinado, sino también una bebida con una historia cargada de simbolismo, espiritualidad y tradición cervecera belga. Uno de los aspectos más curiosos de esta cerveza es su conexión directa con los monjes agustinos del monasterio de Gante, quienes comenzaron a elaborarla hace más de 700 años, en el siglo XIII. Durante siglos, la cerveza formó parte de su sustento y fue compartida con la comunidad, en una época en la que beber cerveza era más seguro que consumir agua. En 1978, los monjes decidieron ceder la producción de esta cerveza secular a la Brasserie Van Steenberge, asegurando que la receta y el estilo se mantuvieran fieles a sus orígenes.

Una de las curiosidades más notables de la Augustijn Blonde es su capacidad de evolucionar con el tiempo gracias a la segunda fermentación en botella. Esto la convierte en una cerveza viva, que continúa desarrollando nuevos matices si se guarda correctamente, ganando complejidad con el paso de los meses. Algunas botellas envejecidas presentan sabores más redondos, con notas a miel, fruta madura y especias dulces.

También es interesante que el nombre Augustijn (agustino) y el diseño de su etiqueta rinden homenaje explícito al origen monacal de la receta, manteniendo símbolos religiosos y arquitectónicos relacionados con el monasterio original. Además, esta cerveza ha sido servida tradicionalmente en cálices o copas anchas, no solo por tradición, sino porque permite una mejor percepción de sus aromas florales y afrutados.

La Augustijn Blonde ha sido reconocida en múltiples certámenes internacionales, y forma parte de la categoría de cervezas de "abadía reconocida" por la Unión de Cervezas Belgas de Abadía (UBA)una distinción que solo reciben aquellas cervezas que, sin elaborarse actualmente en un monasterio, conservan un vínculo histórico y contractual con una orden religiosa. Todo esto hace de la Augustijn Blonde una cerveza que no solo se disfruta con el paladar, sino que también cuenta una historia viva que sigue fermentando a través de los siglos.